¿ Qué significa la palabra ikigai?
La palabra japonesa ikigai se compone de dos vocablos: iki (生き), que se refiere a la vida, y kai (甲斐), «la realización de lo que uno espera y desea».
Su origen es muy antiguo, remontándose al período Heian japonés que tuvo lugar entre los años 794 y 1185.
Gai procede de la palabra kai que era como se conocia a las conchas, muy valiosas en aquella época. De allí se derivó ikigai como una palabra que significa valor en la vida.
El significado de ikigai es la razón se ser, el sentido de vida, la realización, en definitiva, el propósito. En la cultura japonesa es defendido que todas las personas tienen un ikigai. Hay personas que ya lo han encontrado y son conscientes de ello, pudiendo aplicar su ikigai en su vida y otros que todavía tienen que descubrirlo y anhelan encontrarlo.
Nuestra razón de ser o ikigai se halla oculta en nuestro interior y para poder acceder a ella es necesaria una exploración en lo más profundo de nuestra persona. Y así, encontrar un ikigai claro y definido, para que repercuta en nosotros una gran satisfacción y felicidad. Esta búsqueda debe ser personal e intransferible, la cual nos llevará al propio autoconocimiento y a la realización.
Pero no te equivoques, ikigai no es algo grandioso ni extraordinario. Es algo muy práctico, de tenerlo presente cada día. Se trata de desactivar nuestro modo automático por el que normalmente transitamos por la vida y hacer las cosas por algún motivo.
Las personas japonesas creen que la suma de las pequeñas alegrías cotidianas resulta en una vida más plena.
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10 principios del Ikigai ¿Cómo hacer un ikigai?
El Ikigai debe acompañarse de una serie de hábitos que te permitan disfrutar de la vida más y mejor, viviendo enfocada en aquello que para ti es esencial y maravilloso.
Héctor García (Kirai) y Francesc Miralles en su libro Ikigai. Los secretos de Japón para una vida larga y feliz proponen diez leyes o principios para que una vez que lo hayas descubierto, trates de seguir y alimentar tu ikigai día a día para iluminar a tu existencia:
1. Mantente siempre activa, nunca te retires.
Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Los centenarios habitantes del pueblecito de Okinawa seguían realizando actividades más propias de otras edades según la cultura occidental.
2. Tómatelo con calma.
Caminando despacio se llega lejos. No hay prisa, solo tienes esta vida, disfruta cada instante.
3. No comas hasta llenarte.
También en la alimentación para una vida larga, “menos es más”. Aplica la ley de pareto (80/20) y come solo el 80% de lo que podrías comer.
4. Rodéate de buenos amigos.
Son el mejor antídoto para disolver las preocupaciones.Las relaciones de amistad son un gran elixir para poder cumplir nuestro ikigai. Conoce gente.
5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños.
Por si alguien no lo recordaba, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad. Y fijarnos pequeños objetivos día a día, nos permitirán llegar muy lejos.
6. Sonríe.
Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. La sonrisa abre puertas y nos conecta con nuestra parte positiva. No hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este universo lleno de posibilidades.
7. Reconecta con la naturaleza.
Nuestro hábitat natural es la naturaleza. En ella encontraremos grandes remedios para nuestros males. Estamos hechos para vivir integrados con la naturaleza.Rodearnos de naturaleza y dar paseos por ella, nos ayudará a conectar con nuestro alma, y por supuesto, con nuestro ikigai.
8. Da las gracias.
Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad. Muestra gratitud con los que te rodean, con la naturaleza, con la vida. Te sentirás dichoso de estar vivo.
9. Vive el momento.
Dejemos de mirar a nuestro pasado y de tener miedo al futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy.
10. Sigue tu ikigai.
Es importante que sepamos que dentro de cada uno de nosotros hay una pasión, un talento único que da sentido a nuestros días y si no lo has encontrado aún, tu próxima objetivo podría ser encontrarlo.
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Las 4 áreas del ikigai
El ikigai consta de 4 áreas que deben ser analizadas, consolidadas, desarrolladas y convertidas en hábito, pasión y propósito, el ikigai se divide de la siguiente forma:
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Lo que se te da bien
Esta primera parte, es para buscar en lo que realmente eres buena, donde tus habilidades innatas son usadas con normalidad en tu día a día. Aquí te recomiendo realizar una lista de todo lo que consideres que eres buena, como: soy buena escuchando, orientando, creando, …
Preguntas para ubicar en lo que eres buena
Es más fácil ver las fortalezas de los demás, que reconocer en lo que somos buenas, por ello, si tienes dudas en que responder esta primera área, te daré algunas preguntas que te ayudará a obtener las respuestas:
¿Qué actividades se me hacen fáciles hacer?
¿Qué temas puedo aprender de forma rápida y no me cuesta?
¿Cuáles consideras que son tus fortalezas?
Lo que te gusta
Este paso se centra, en lo que te encantaría hacer, que lo haces porque lo amas y sale de forma natural, y no aspiras a un beneficio monetario por ello, sinó porque te satisface como persona.
Al igual que en el punto anterior, redacta una lista de lo que te encanta hacer como participar en actividades benéficas, ayudar en casas hogares, enseñar a los niños de la comunidad, compartir con otros emprendedores consejos.
Preguntas para ubicar lo que te encanta hacer
¿Qué te gusta hacer, aunque no eres buena en ello?
¿Qué te encantaba hacer de pequeña?
¿Cuál era tu sueño de niña? ¿Por qué lo dejaste a un lado?
¿Qué actividades realizarías sin importar el tiempo ni los recursos?
¿Qué harías sin esperar nada a cambio?
Lo que el mundo necesita
La tercera área es comprender las necesidades del mundo, si lo llevamos a una escala más pequeña, sería que es lo que necesita mi comunidad, mi municipio, mi entorno o mi estado o provincia, que es lo que ellos necesitan actualmente como educación, orientación, valores, motivación, …
Preguntas para ubicar en lo que el mundo necesita
¿Cuáles son las necesidades o problemas de mi entorno?
¿Hay soluciones actuales paras las necesidades?
¿Consideras que existe otra manera más rápida y efectiva de satisfacer las necesidades?
¿Cómo puedes contribuir tú?
Por lo que te pagan
Y al final qué servicios puedo ofrecer o qué puedo crear, donde las personas quisieran pagar por ello, éste es un reto grande, porque puede costarte definir qué ofrecer, cómo y cuánto cobrar por ello.
Para esta área te invito a escribir una lista de qué quieres ofrecer.
Preguntas para ubicar en lo que te pueden pagar
¿Cuál fue tu primer trabajo?
¿Cuál fue tu primer trabajo independiente?
Tanto en el trabajo dependiente e independiente, ¿Qué función desempeñabas? ¿o qué actividades realizabas?
De las actividades qué realizabas ¿Hay demanda en el mercado? ¿Alguien te ha comentado sobre una necesidad actual en la que puedes contribuir? (amigos, colegas, parientes)
Una vez completadas las 4 áreas, puedes ver que se forma una especie de flor, que busca florecer, ante la adversidad.
Interpretación
Veamos ahora las posibles combinaciones para que puedas tener más claro cuál es tu ikigai:
– El área de “lo que eres buena” relacionada con “ lo que te encanta hacer “ se convierte en tu pasión.
– Si combinamos “ lo que te encanta hacer “ con “lo que necesita el mundo” se convierte en una misión.
– Al combinar “lo que el mundo necesita” con “lo que te pueden pagar por ello” se convierte en una vocación.
– Si se combina “ lo que te pueden pagar” con “lo que eres buena” se convierte en profesión.
Es fantástico que puedas utilizar tu ikigai como una brújula para saber si estás o no alineada con tu propósito.
Además es genial ir revisándolo cada 6 meses.
¿ Te animas a buscar tu ikigai? Déjame un comentario. Hasta pronto!
Si quieres que te ayude personalmente a conectar con tu ikigai , reserva una llamada conmigo y hablamos. Estaré encantada de poder ayudarte.