El «burn out» fue identificado en los años 70 por un grupo de psiquiatras que estudiaban el comportamiento de voluntarios que trabajaban muchas horas con casos difíciles en las» free Clinics» en Estados Unidos.
Así, la primera definición del síndrome de Burn out fue: «Persona que está en un estado de cansancio o de frustración provocado por la dedicación a una causa, a una manera de vivir o a una relación que ha fallado y no ha dado la recompensa esperada».
Cada vez que la expectativa de la persona es diametralmente opuesta a la realidad, pero sigue intentando conseguir lo que espera, existe un fracaso en perspectiva.
Se constituye entonces un desajuste y el resultado inevitable será el agotamiento de sus recursos, de su vitalidad, de su energía y de su capacidad de funcionar.
¿Qué puedes hacer para mejorar el burn out?
Tus niveles de estrés son más elevados de lo que resultaría recomendable para mantenerte en salud, de seguir por este camino durante más tiempo. Sin embargo, estás justo aquí, porque ya has dado el primer paso, el más importante, que es la toma de conciencia.
Sabes que no puedes permitirte continuar más en esta situación, por eso estás buscando la mejor manera de revertirla. ¡Te doy mi enhorabuena! Te aconsejo que elijas como máximo tres acciones de las que te enumero aquí abajo y las comiences a aplicar mañana mismo.
No quieras hacer más de tres acciones a la vez, eso solo haría que te estresaras más. A medida que vayas incorporando nuevos hábitos a tu rutina diaria, verás como mejorarás paso a paso y de esta forma irás reduciendo tu estrés.
Léelos todos detenidamente y empieza por los que creas que puedes instaurar antes.
¡Ánimo! Estoy segura de que puedes conseguirlo
- Conoce los signos de burn out.
- Aprende a reconocer cuando tu comportamiento cambia.
- Encuentra tiempo para ti, busca momentos para relajarte, actividad física, cambio de ritmo…
- Desarrolla tus talentos y aplícalos en tu profesión.
- Muéstrate más flexible con tus pensamientos y sé más comprensiva contigo misma y con los demás.
- Mejora tu nivel de salud física. Haz ejercicio físico después del trabajo o situación de estrés para disminuir las hormonas acumuladas durante el día. O pasea, o escucha música, o baila…
- Fíjate objetivos realistas y prepárate para reevaluarlos y reajustarlos de la manera adecuada.
- Aprende a gestionar tu tiempo.
- Aprende a apoyarte en los demás, a delegar tareas.
- Aprende a decir «NO». Aprende a aceptar tus límites.
- Tómate unas mini vacaciones. Identifica lo que no va bien y cámbialo.
- Enfócate siempre en la parte positiva de los problemas y céntrate en la solución.
- Duerme las horas suficientes.
- Cuida lo que comes. Aumenta los nutrientes antiestrés (vitamina B)
- Tómate un tiempo para leer algún libro sobre crecimiento personal.
- Cuida tus relaciones sociales y agranda tu círculo de amig@s.
- Desarrolla el sentido del humor y aprende a reírte de ti misma.
- Siéntete agradecida por todo lo que tienes a diario.
- Sal a la naturaleza siempre que puedas.
- Medita siempre que puedas para relajar tu mente.
Se ha demostrado que el estrés NO es inherente al acontecimiento, sino que depende de cómo es captado por la persona que lo padece y de cuál es su respuesta.
Por lo tanto, la primera clave para reducir el estrés es modificar tus percepciones.
Recuerda que «un pesimista es el que ve dificultades en las oportunidades y que un optimista es que ve oportunidades en las dificultades»
Puedes, entonces, disminuir el impacto traumático de cualquier acontecimiento.
TODO ES CUESTIÓN DE PERSPECTIVA
Con el test acabas de dar tu primer paso para iniciar tu proceso de cambio. Has tomado conciencia del estrés que tienes y del momento en el que te encuentras y esta es tu oportunidad para tomar tus primeras acciones diarias que te ayuden a revertir tu situación actual.
Puedo ayudarte con esto. Te ofrezco una llamada gratuita de diagnóstico, donde te llevarás unos primeros consejos para que inicies tu proceso de mejora.
¿Te animas? Reserva tu llamada desde el botón de abajo